La familia es, sin duda, el espacio de desarrollo físico, psíquico y social más importante para los niños y niñas. Cumple las funciones básicas que proporcionan al niño y a la niña la satisfacción de sus necesidades físicas y afectivas, así como el desarrollo de su personalidad.
Es importante tener en cuenta los cambios que, en nuestra sociedad, se han producido en la estructura de las familias. Junto a la familia tradicional existen otros tipos de familia que requieren el mismo grado de reconocimiento y de protección social: parejas de hecho; matrimonios constituidos por una pareja homosexual, con o sin hijos; familias monoparentales; familias tardías y familias reconstituidas.
Todas las familias atraviesan diferentes etapas que pueden suponer dificultades y desafíos a superar. La responsabilidad en el cumplimiento de las obligaciones familiares, la empatía, la flexibilidad, la capacidad negociadora, entre otras, son cualidades necesarias que facilitan la superación de estos desafios de una forma adaptativa y saludable.