El verano, con sus cambios en las rutinas y el mayor tiempo en casa, puede ser una fuente de fricción con los hijos y de estos entre ellos.
El aumento de la convivencia, la falta de actividades que nos mantengan entretenidos y la influencia de un clima genera que, con el paso del verano la convivencia empiece a tensionarse.
Para prevenir estas situaciones hemos ido hablando durante el verano de aspectos esenciales que van a reducir el conflicto y que fomentarán el desarrollo positivo de la familia como son: marcos flexibles, fomento de la autonomía y autocuidado parental.
Nota: Este taller tiene un marcado carácter participativo. Recuerda activar al menos audio y micrófono cuando te conectes.