Alguna vez habrás escuchado hablar del estrés y la ansiedad. Parecen iguales, pero son diferentes y para identificarlos y tratarlos adecuadamente te vamos a contar un poco sobre ellos.
Ambas son respuestas naturales del cuerpo a situaciones percibidas como amenazantes o desafiantes, pero se manifiestan de manera distinta y requieren de enfoques diferentes para su manejo.
DIFERENCIAS CLAVE
Por lo general, el estrés se refiere a la presión o a la tensión emocional que surge cuando enfrentamos demandas abrumadoras, cambios o situaciones difíciles. Es una respuesta temporal y, a menudo, tiene una causa específica identificable, como un plazo de entrega cercano o un acontecimiento importante. Por ejemplo, cuando tienes que terminar un trabajo en un plazo y te queda poco tiempo.
La ansiedad implica sentimientos de preocupación, miedo o aprensión persistentes y excesivos sobre situaciones futuras, incluso cuando no hay una amenaza inminente. Puede persistir incluso cuando las circunstancias que lo desencadenaron inicialmente hayan pasado. Por ejemplo, el miedo ante las responsabilidades de un nuevo trabajo o la preocupación sobre un reencuentro de compañeros y compañeras de colegio.
Te ponemos un ejemplo para que lo entiendas mejor.
Todos los años por Navidad te reúnes con los compañeros y compañeras del colegio. Este año todavía no sabes qué ponerte. Sientes nervios, preocupación, no descansas pensando en ello….
A: te preocupa no tener traje para esa ocasión y te agobias pensando en qué ponerte = ESTRÉS. Pasará cuando vayas a la reunión con cualquier cosa y veas a tus antiguos compañeros y compañeras.
B: cada vez que llega esa fecha te alteras pensando en si dirán algo de ti, si vendrán todos, si saldrá bien el acto, etc....= ANSIEDAD. Te preocupas por cosas que no han pasado y que probablemente no lleguen a ocurrir y, además, te pasa cada año cuando se acerca esa fiesta.
Estrés y ansiedad comparten algunos síntomas.
Cuando experimentas un ataque de ansiedad, es importante actuar de forma rápida para manejar la situación de manera efectiva. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarte:
1. Haz ejercicio regularmente.
2. Prioriza el sueño.
3. Aprende técnicas de relajación.
4. Lleva una dieta saludable.
5. Busca apoyo social.
6. Organiza tu tiempo.
7. Aprende a decir "no".
8. Dedica tiempo a actividades placenteras.
9. Desconéctate del trabajo y las pantallas.
10. Busca ayuda profesional si es necesario.
En conclusión, aunque el estrés y la ansiedad comparten similitudes, es fundamental reconocer sus diferencias y abordar cada uno de manera adecuada. Con técnicas de manejo y un apoyo apropiado, te será posible gestionar la ansiedad de manera efectiva.
Esperamos que la información haya sido de tu interés y recuerda, si has tenido una medida de protección o socioeducativa en Castilla-La Mancha y quieres contactar con nosotros para este o cualquier otro tema, escríbenos al VuelA.
Gracias por leernos.