Está demostrado, y hay mucha literatura actualmente, que en la etapa adolescente se producen una serie de importantes cambios a nivel físico, hormonal y, esto es menos conocido, también a nivel cerebral, que desencadenan esta tormenta.
En el cerebro se produce en esta etapa lo que se llama PODA NEURONAL: una limpieza y eliminación de conexiones neuronales que se rige por eliminar lo que no se utiliza para reforzar lo que es necesario.
La CORTEZA PREFRONTAL, que es la encargada de organizar, razonar y filtrar, por así decirlo, se encuentra aún poco desarrollada y en continuo cambio, ocupada en establecer un sinfín de conexiones neuronales, que serán muy necesarias en un futuro, por lo que podemos decir que no da abasto para regular al resto de estructuras cerebrales, lo que implica el descontrol de los impulsos y la dificultad para modular las emociones. Hoy sabemos que no alcanzará su madurez hasta aproximadamente los 25 años de edad…
Por el contrario, el sistema límbico, el llamado “cerebro emocional”, se encuentra muy desarrollado y en plenas facultades. La AMÍGDALA es la parte que se ocupa de integrar los estímulos y provocar la respuesta a éstos. Así, ante un estímulo o emoción, toma el mando y desencadena una respuesta, tanto emocional, como de conducta, que aún no puede ser suficientemente controlada por la corteza prefrontal.
Si a esto unimos que en la adolescencia hay una mayor sensibilidad cerebral a la gratificación o recompensa y a las relaciones sociales, podemos entender la búsqueda de emociones intensas, la necesidad de refuerzo inmediato y la asunción de conductas de riesgo (y contra lo que pueda pensarse, la adolescencia sí percibe el riesgo, pero es más fuerte la gratificación resultante de asumirlo).
En definitiva, todo un terremoto que el córtex prefrontal aún no puede controlar.
Por otra parte, y esta es una de las grandes oportunidades y ventajas de la adolescencia, en esta etapa se dispara enormemente la capacidad de aprendizaje; una capacidad que nunca habrá sido ni será mayor a lo largo de la vida.