Vivimos en una época en la que una simple imagen o video ya no garantiza que algo haya ocurrido realmente. En cuestión de segundos, la inteligencia artificial puede crear un video hiperrealista de una persona haciendo o diciendo algo que jamás hizo. A este tipo de contenido se le conoce como deepfake.
¿Qué es un deepfake?
Se trata de videos, audios o imágenes creados o modificados por IA para imitar rostros, voces o gestos humanos con una precisión que hace casi imposible notar la diferencia.
Manipulación y desinformación.
Aunque algunos deepfakes son creados como bromas o memes, muchos otros se utilizan con intenciones dañinas. En los últimos años se han ido detectando casos de:
El problema es que los deppfakes explotan una de nuestras mayores debilidades digitales: tendemos a creer lo que vemos. Si un video parece real, lo compartimos sin dudar. Y en redes sociales, una mentira bien editada puede difundirse mucho más rápido que la verdad.
Tipos de deepfakes.
El impacto psicológico y social.
Los deepfakes pueden generar confusión, ansiedad y desconfianza. Por un lado, nos hace cuestionar todo lo que vemos online, aumentando así el escepticismo general. Por otro, las victimas personales, como montajes no consentidos, sufren consecuencias emocionales muy graves, desde ansiedad hasta aislamiento social.
Usos éticos y creativos.
Los deepfakes pueden tener aplicaciones positivas:
¿Cómo protegerte de la era de los deepfakes?
¿Y si ya eres víctima de deepfake?
Si ya te has convertido en víctima de este tipo de acoso lo importante es actuar rápidamente y de forma organizada para limitar la difusión, proteger la salud mental y activar la vía legal”. Haz capturas de pantalla con fecha, hora, URLS y perfiles implicados. Guardar también los mensajes, correos o cualquier comunicación relacionada. No borres nada porque cualquier detalle podría ser importante para denuncias y retiradas de contenido. Y usa los mecanismos que las plataformas ponen a disposición especificando de qué se trata y haciendo referencia a la Ley de Servicios Digitales de la UE que las obliga a eliminar material ilícito con rapidez”.
El futuro de la verdad digital.
Los gobiernos y las empresas tecnológicas ya están reaccionando. Algunos países están implementando leyes para penalizar la creación y distribución de deepfakes dañinos. Aunque la batalla no va a ser fácil, ya que la IA avanza tan rápido que cada nueva herramienta de detección genera una versión más sofisticada de falsificación. El reto está en regular y supervisar su uso para que no se convierta en un arma de desinformación.
Por eso, el verdadero cambio empieza en la educación digital: enseñar a las personas jóvenes a ser críticas, a verificar la información y a entender cómo funcionan estas tecnologías.
Te dejamos algunas páginas o herramientas para detectar deepfakes:
Y como siempre, si has pasado por el sistema de protección de Castilla la Mancha y necesitas que hablemos de este tema o de cualquier otro, escríbenos al VuelA y veremos cómo podemos ayudarte.
Gracias por leernos
“El futuro no depende de la IA, sino de cómo la usamos”