Cuando limpiamos la casa, queremos que nuestro hogar esté limpio y desinfectado. Quizás en alguna ocasión has pensado en combinar productos, ¡no lo hagas! Estas mezclas pueden generar nuevos productos que pueden ser perjudiciales para la salud y causar una intoxicación.
Te damos unas recomendaciones previas:
- Lee las etiquetas de cada químico: es importante leer las instrucciones y las precauciones de uso de cada producto.
- Ventila: con esto evitarás la concentración de gases derivados de los productos químicos.
- Usa guantes: no te olvides de usar guantes para proteger tu piel.
Mezclas peligrosas en el hogar que afecten la salud e intoxicación por productos de limpieza:
- Lejía y amoniaco: La combinación de lejía y amoniaco produce vapores que pueden causar graves problemas en el sistema respiratorio además de ardor en los ojos. Esta mezcla genera un gas llamado cloramina, altamente tóxico.
- Lejía y alcohol: Su mezcla produce cloroformo y ácido clorhídrico, ambos muy tóxicos. Inhalar sus vapores puede producir daños en ojos, pulmones, riñones, hígado y sistema nervioso.
- Vinagre y bicarbonato: El vinagre es ácido y el bicarbonato, alcalino, por lo que al unirlos se neutralizan. Esta combinación puede causar una explosión si los mezclas en un recipiente cerrado.
- Vinagre y agua oxigenado: La mezcla de estos dos productos, genera ácido peracético que, en concentraciones altas, irrita y daña la piel, ojos, garganta, nariz y pulmones.
- Lejía y agua oxigenada: Al mezclarlos forman una reacción exotérmica, que generan calor, podrían provocar una explosión
- Lejía y agua caliente: Si se diluye lejía en agua caliente, se evapora el cloro y ya no se desinfecta, generando olores que pueden causar intoxicación e irritación de las mucosas.
- Cloro y lavavajillas: La mezcla de lejía con limpiacristales, limpiadores WC o lavavajillas produce gas cloro. La mínima exposición a este gas causa problemas respiratorios y oculares, entre otros.
¿Cómo actuar tras una intoxicación?
- En general, no es recomendable que bebas agua o leche hasta que la situación sea valorada por un profesional, ya que su utilidad depende de los componentes del tóxico.
- En caso de contacto con los ojos o con la piel, lavar con abundante agua.
- En caso de inhalación. Retirar a la persona afectada de la zona y haz que respire aire fresco.
- Conservar el producto y contacta por teléfono con el Instituto Nacional de Toxicología (915 62 04 20), el Servicio de Emergencias (112) o un centro sanitario.
Si tienes cualquier duda antes de utilizar estos productos, pregunta al equipo de Vuela, ¡podemos asesorarte!