Cada vez es más frecuente sufrir depresión a edades más tempranas. Considerada, dentro de las enfermedades mentales como grave, va más allá de sentirse triste durante unos días. Es un intenso sentimiento de tristeza, desesperanza, ira o frustración que perdura en el tiempo o incluso si no se trata de manera adecuada se puede convertir en crónica. 

Estos sentimientos interfieren en tu día a día e impiden que tus actividades se hagan de un modo adecuado. También puedes tener problemas para concentrarte y no tener motivación o energía en el día a día.

La depresión se refleja en la manera de comportarnos y de sentir, presta atención si te pasa lo siguiente:

• Sentimientos de tristeza continúo con llanto frecuente sin motivo aparente. 
• Insomnio o dormir demasiado.
• Frustración o sentimientos de ira, le das mucha importancia a cosas que antes no. 
• Cansancio y pérdida de energía. Sentimientos de desesperanza o vacío.
• Bajo rendimiento académico o en el trabajo con ausencias frecuentes.
• Pérdida del interés o del placer en las actividades cotidianas. 
• Autoestima baja y autocrítica excesiva.
• Cambios en el apetito: Falta de apetito y pérdida de peso, o más antojos por ciertos alimentos y aumento de peso.
• Aislamiento social.
• Sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso, y excesiva necesidad de aprobación. 
• Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas.
• Sensación continua de que la vida no tiene sentido,
• Desesperanza. Puede llegar a tener pensamientos suicidas.
• Consumo de sustancias ilícitas o bebidas alcohólicas. 
• Menor atención a la higiene o al aspecto personal.
• Autolesiones: por ejemplo, cortarse o quemarse.

Cuándo consultar a un profesional de la salud mental 

Si al menos durante dos semanas seguidas, presentas tres de los síntomas mencionados, o lo que sientes, comienza a interferir en tu vida o te causan inquietudes relacionadas con tu inseguridad, habla con un profesional de salud mental.

Es probable que los síntomas de la depresión no mejoren por sí solos y pueden empeorar o provocar otros problemas si no se los trata. No existe una manera definitiva de prevenir los síntomas que van asociados a la depresión. Sin embargo, las siguientes estrategias pueden ser útiles: 

• Tomar medidas para controlar el estrés, aumentar la resiliencia y potenciar la autoestima para ayudar a manejar los problemas cuando surgen.
• Practicar hábitos de cuidado personal, por ejemplo, mediante la creación de una rutina de sueño saludable.
• Buscar el apoyo social y amigos, especialmente en momentos de crisis.
• Acudir a un profesional de la salud mental ante el primer signo de un problema para impedir que la depresión empeore. 

A continuación te dejamos un vídeo con las diferencias entre depresión y tristeza para que consigas reconocer los signos de alerta.

Resulta de vital importancia abordar el problema de esta enfermedad no solo desde la intervención en los casos sino también desde la prevención. En conclusión, entendemos que es clave conocer la visión de la persona que pueda estar pasando por una depresión, cuál es su tratamiento y cómo ha sido su experiencia, para poder ofrecerle una intervención más efectiva. En Vuela podamos ayudarte, contacta con nosotros.