8 Mitos de las Personas con Dificultades en Salud Mental.

En la sociedad existen muchos estereotipos negativos asociados a las personas con dificultades de salud mental, desde el Proyecto VuelA lanzamos este artículo que refleja la estigmatización de las personas con dificultades en el ámbito de la Salud Mental.

Estas falsas creencias, alejadas de la realidad y sin fundamento científico, contribuyen a la discriminación de las personas que las padecen, por eso algunas, incluso, esconden que han sido diagnosticadas por miedo al rechazo. Hay mitos que contribuyen a ello; te contamos cuáles son:

MITO 1:  Las personas que padecen dificultades de salud mental son violentas, peligrosas e imprevisibles.

REALIDAD: Ser una persona agresiva, violenta, peligrosa e imprevisible son rasgos de la personalidad y no tiene que ver con tener una dificultad de salud mental o no. Menos de un 5% de las personas con dificultades de salud mental comete un acto delictivo alguna vez en su vida. De hecho, las personas que tienen dificultades de salud mental son 10 veces más propensas a ser víctimas de delitos violentos en comparación con el resto de la población.

MITO 2: No existe forma de ayudar a una persona que padece una dificultad en el ámbito de la salud mental. Jamás se recuperará completamente.

REALIDAD: Numerosos estudios avalan que las personas con dificultades de salud mental mejoran su calidad de vida mediante farmacoterapia o psicoterapia, incluso, en ocasiones, se recuperarán por completo (por ejemplo: enfermedad mental transitoria). Desde la empatía, la escucha activa y la falta de prejuicios se puede ayudar a una persona con dificultades de salud mental. Con tratamiento psicológico, psiquiátrico o con el apoyo de asociaciones, las personas con dificultades de salud mental, pueden generar un gran cambio.

MITO 3:  Las dificultades en el ámbito de la salud mental se manifiestan en personas con un carácter débil o con defectos de la personalidad.

REALIDAD: Las dificultades de salud mental no tienen nada que ver con ser débil, sino que son causados por una confluencia de factores: factores biológicos (genética, enfermedades físicas, lesiones cerebrales), experiencias de vida (traumas, antecedentes de abuso), historial familiar (problemas de salud mental).

Algunas dificultades en el ámbito de la salud mental tienen componentes de origen genético, como la esquizofrenia, pero otros están condicionados por situaciones ambientales como problemas laborales, familiares, una enfermedad… Por eso afectan a todo tipo de personas sin importar su sexo, edad, nacionalidad... La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que 1 de cada 4 personas sufrirá dificultades de salud mental en algún momento de su vida.

MITO 4:  Los niños y las niñas no pueden sufrir dificultades de salud mental.

REALIDAD: La mitad de los trastornos de salud mental presentan síntomas antes de que una persona cumpla 14 años. Los niños y las niñas pequeños y pequeñas pueden exhibir señales que adviertan sobre una dificultad de salud mental. Más del 80% de la población infantil y adolescente que padece algún tipo de trastorno sufre infra diagnóstico y recibe explicaciones asociadas a la edad, a problemas que podrían tratarse médicamente (no se relaciona en clase porque es muy tímido, no habla porque le cuesta coger confianza, llora porque es miedoso…). La detección precoz puede ayudar a este colectivo antes de que los problemas interfieran con otras necesidades de desarrollo.

MITO 5: Las personas con dificultades de salud mental no pueden disfrutar de una vida plena, ni convivir en sociedad.

REALIDAD: Las dificultades de salud mental no suponen ningún impedimento para poder llevar una vida normalizada y estar plenamente integrado en la sociedad. Lo más adecuado es que la persona reciba un tratamiento desde un enfoque integral y pueda combinar tratamiento farmacológico, medidas de rehabilitación socio-laborales y apoyos psicológicos y familiares que favorezcan su autonomía personal y una vida independiente. Las personas que padecen dificultades de salud mental pueden convivir perfectamente en sociedad si tienen los apoyos y recursos necesarios para hacer una vida independiente y autónoma. Disponer de una buena red social, profesional, familiar, de amistades, de pareja… predice una mejor evolución y es un factor protector frente a recaídas.

MITO 6: Las personas con dificultades de salud mental están mejor en un hospital psiquiátrico.

REALIDAD: En la actualidad, salvo algunas excepciones, los hospitales de salud mental son entendidos como espacios de contención temporal para episodios agudos. Un ingreso hospitalario solo es necesario, en muchas ocasiones, de manera puntual, como en cualquier enfermedad física.

Las personas que son atendidas en convivencia social presentan una mejor evolución y más sostenida en el tiempo. El tratamiento comunitario se ha demostrado como un tratamiento eficaz.

MITO 7: Las dificultades de salud mental causan discapacidad intelectual.

REALIDAD: La discapacidad intelectual y las dificultades de salud mental no tienen por qué ir asociadas. Una dificultad de salud mental no causa una discapacidad intelectual. Son dos cosas diferentes, una persona que presenta una dificultad de salud mental no tiene por qué ver mermadas sus capacidades cognitivas o destrezas. Las dificultades en salud mental están relacionadas con problemas emocionales o conductuales, pero no con un bajo funcionamiento intelectual. Pese a poder coexistir, las dificultades en salud mental y la discapacidad intelectual son dos condiciones separadas que requieren tipos muy distintos de intervención.

MITO 8: Es imposible prevenir dificultades de salud mental.

REALIDAD: Las dificultades de salud mental sí se pueden prevenir. Para todos ellos se han detectado factores de riesgo que, si se reducen, disminuye la incidencia. En personas con alto riesgo genético es posible mediante la administración de fármacos en el embarazo o en los primeros años de vida para evitar que surja la psicopatología. Está demostrado que las medidas preventivas son efectivas a medio y largo plazo en la incidencia de los problemas de salud mental.

Hay que tener en cuenta que, al igual que hay una ventana terapéutica para tratar el infarto de miocardio, lo hay para las intervenciones preventivas en salud mental. El desarrollo del control emocional, las relaciones sociales y la confianza son fundamentales en la prevención de las dificultades en salud mental.

Desde la Asociación Psiquiatría y Vida se pone en marcha la campaña "Desmitificando la Salud Mental"